Transcurrieron los años, desde el 2001, en que se gestó la iniciativa de trabajar por los derechos humanos de las mujeres trabajadoras sexuales. Con el transcurrir del tiempo la iniciativa creció cuantitativa y cualitativamente llegando a dar respuestas a las personas en estado de vulnerabilidad como apunta actualmente los fines y objetivos de Tatarendy. Los logros son posibles mediante el profundo sentido de compromisos personales y sociales de los asociados hacia las causas de los más desfavorecidos de la sociedad.